Tema: La Revolución Francesa y sus consecuencias en Latinoamérica.
Cátedra del ex Presidente Constitucional del Perú Alan García Pérez en el Poder Judicial.
Al exponer sobre La Revolución Francesa y sus Consecuencias en América Latina, en la tercera sesión de la Cátedra de la Corte Suprema, en el salón Vidaurre del Poder Judicial, manifestó que es muy temprano para saber las consecuencias de las cuatro revoluciones francesas sucesivas y de la independencia de América Latina.
En todo caso, estimó que la humanidad seguirá intentando darle nuevos contenidos “porque es un mensaje kantiano, popperiano, abierto al mundo”.
“Los otros son mensajes cerrados que van en contra de la libertad que es la gran aspiración de la historia”, señaló.
El mandatario manifestó que es un facilismo intelectual hablar de una Revolución Francesa. Dijo que entre 1789 y 1799 se produjeron cuatro revoluciones, la primera liderada por Victor Riqueti, Marqués de Mirabeau, quien impulsaba una monarquía constitucional.
“Querían un rey constitucional que reine pero no gobierna al lado de un parlamento que es el que manda”, dijo.
Señaló que fue una revolución liberal que expidió la Constitución de 1791, la cual proclamó la coexistencia de la monarquía con Parlamento, pero Este con un poder supremo y superior al de la monarquía.
El dignatario añadió que la Segunda Revolución Francesa fue la jacobina, en la cual los montañeses tomaron el poder junto a los girondinos que eran revolucionarios de corazón, pero federalistas de convicción y no querían a París como centro del poder.
Recordó que se votó una segunda constitución de 1793, que le dio más énfasis a la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Agregó que esta segunda revolución, cercana al extremismo, contó con la influencia de Georges Danton, ministro de Justicia.
Esta segunda revolución aprovechó el error del rey que reclamó su derecho de veto, que era absoluto, y demás compró con dinero los consejos de Mirabeau que manejaba la asamblea nacional.
La tercera revolución, sostuvo, es la de la dictadura encabezada entre otros por Robespierre, y a través de un Comité de salvación Público, asume el control de las cosas e instaura la dictadura que domina el parlamento.
“Es una tercera revolución porque enaltece una propuesta. Viene de cortarle la cabeza a Luis XVI, al sucesor de San Luis el santo. Y lo sustituyen por el pueblo como acto histórico, el pueblo sustituye a Dios en la conducción de la sociedad, y esta tercera revolución fortalece y crea en verdad la fuerza de los municipios en Francia”, subrayó.
La cuarta revolución, señaló, tal vez la más importante, es la más expansiva a través de Napoleón, quien al invadir España, influyó en la independencia de América Latina.
“La cuarta Revolución Francesa se enfrenta al desorden de las comunas, de la dictadura cruenta terrorífica que ha decapitado decenas de miles de personas en Francia, es la de Napoleón, quien se da cuenta que Francia está aislada y propone llevar los conceptos franceses al exterior”, mencionó.
Napoleón, acotó, tenía como concepto fundamental que la revolución no puede caer en el desorden y necesita la unión con el pueblo que se exprese en una persona, volviendo a la figura de la monarquía pero con ideas modernizantes y con respeto a la propiedad.
“Esto es lo que propone Francia al mundo a través de sus cuatro revoluciones sucesivas”, remarcó.
El jefe del Estado expuso que el mensaje revolucionario francés llegó a América Latina por diversos caminos, entre ellos, a través de Francisco de Miranda, a quien calificó como el americano más universal de todas las épocas, quien hablaba siete idiomas, entre ellos el ruso.
Recordó que De Miranda luchó como soldado por la independencia de las colonias de Estados Unidos y luego actuó como general en la Revolución Francesa.
“De Miranda fue el primer medio de conexión de América latina con la revolución francesa”, comentó.
Indicó que el segundo medio fue la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, documento que fue distribuido en los países americanos, aunque en el Perú hubo un retraso.
El tercer medio, precisó, fue indirecto pero el desencadenante de la independencia de América, cuando Napoleón avanzó sobre España y la ocupó, provocando la división de los españoles.