Fausto – Johann Wolfgang Von Goethe
Una casita en el jardín
Margarita entra saltando, se esconde tras de la puerta, pone sus dedos en los labios y aguaita por la rendija.
Margarita
¡Viene!
Fausto
¡Ah, traviesa, no tendrán la palma,
tus burlas; vengaréme muy ligero! (La besa.)
Margarita, asiéndolo y devolviéndole su beso.
¡Con toda, con toda el alma,
oh, el mejor de los hombres, yo te quiero!
(Mefistófeles, golpea.)
Fausto
¿Quién?
Mefistófeles
¡Amigo!
Fausto
¡Animal!
Mefistófeles
No más demora:
tiempo es de despedirse.
Marta, entrando.
¡Muy avanzada es la hora!
Fausto
¿Acaso no podría
yo, acompañarla, al irse?
Margarita
¡Ay! ¡Mi madre me haría!…
¡Adiós!, ¡adiós!
Fausto
¡Qué así nos despidamos!
¡Adiós!
Marta
¡Agur!
Margarita, a Fausto.
¡Que pronto nos veamos!
(Salen Fausto y Mefistófeles.)
Margarita
Yo no sé que pensar, oh Dios, Dios mío,
de este hombre. Avergonzada
ante él, de mí no fío,
y yo no puedo denegarle nada:
tan infelice y tan inculta siendo,
lo que él encuentra en mí, yo no comprendo.
(Sale.)