Título: El viejo y el mar
Autor: Ernest Hemingway
Género: Novela
Subgénero: Novela de aprendizaje, Alegoría, Ficción naútica
Año de publicación: 1952
El viejo y el mar, de Ernest Hemingway
El viejo y el mar es una novela corta escrita por Ernest Hemingway en 1951 y publicada en 1952. Se trata de su último trabajo de ficción publicado en vida, así como una de sus obras más famosas, sino la que más.
A pesar de las críticas, El viejo y el mar se considera una de las obras de ficción más destacadas e importantes del siglo XX. Nada sorprendente teniendo en cuenta que viene de la pluma de uno de los escritores más reconocidos, ganador de un Premio Pulitzer y de un Nobel de Literatura.
Resumen de El viejo y el mar
El viejo y el mar transcurre en la Corriente del Golfo, en La Habana, Cuba. Esta corriente es tan poderosa que a veces supera al propio viento. El protagonista de la historia es Santiago, un hombre al que todos llaman «el viejo». Santiago es un pescador ya longevo que todos los días sube a su barco y navega en busca de peces, sin éxito. Hace esto sin preocupación alguna, ya que conoce las aguas debido a todos los años que lleva navegando.
Santiago es un hombre solitario al que la vida le ha enseñado mucho. Está preparado para enfrentarse a todo lo que el mar le eche encima, pues el mar le ha enseñado mucho a lo largo de los años. Esto se nota en sus arrugas y viejas cicatrices, además de en su piel curtida y morena por el sol. Sin embargo, a pesar del aspecto de Santiago, sus ojos albergaban el calor y la alegría propios de un muchacho joven, ojos que mostraban que Santiago seguiría desafiando al mar.
Santiago llevaba más de 84 días sin pescar nada, hasta que un día decide ir solo mar adentro a probar suerte. Afortunadamente, su anzuelo logra pescar un enorme marlín, un inmenso ejemplar tan grande como el propio barco de Santiago, o incluso más. Santiago tuvo que luchar mucho para pescarlo, pero su cabezonería puede con el espíritu de supervivencia del pez, con el que lucha durante tres días hasta conseguir capturarlo.
Esta batalla le hace reflexionar sobre su vida pasada. La mente de Santiago viaja a aquellos tiempos en los que la suerte le sonreía; era un pescador experimentado capaz de pescar lo que se le pasase por delante. Recuerda con gran afecto a Manolín, un joven que lo había apoyado en la pesca hasta hacía poco tiempo. La familia de Manolín no le permitió ir a pescar con Santiago, pues pensaban que «el viejo» tenía una mala racha y pidieron a Manolín que se marchase en otro barco donde le fuera mejor. Igualmente, Manolín apoyaría a Santiago siempre que lo necesitara, ya que fue él quien lo formó en el arte del mar y de la pesca desde que el muchacho tenía cinco años.
Al tercer día, el pez, exhausto, intenta cercar el bote. Santiago también está agotado y al borde del delirio, pero el pescador esgrime todas las fuerzas que le quedan y tira al pez sobre un costado, apuñalándolo con un arpón. Ya capturado, Santiago lo amarra al lado de su embarcación y se dispone a regresar a casa. Piensa en el alto precio que le pagarán por un ejemplar tan inmenso, así como a toda la gente a la que podría alimentar. Sin embargo, dirección a la orilla, un grupo de tiburones se siente atraído por la sangre del marlín y lo devoran ante la impotencia de Santiago.
El pescador lucha y consigue matar a un tiburón con su arpón, pero se le cae junto a un cuarto del pez que el tiburón consiguió tragar antes de morir. Cuando parece que ha llegado la calma, otro tiburón ataca el marlín, llevándose otro trozo de carne aún más grande. Santiago, desesperado, improvisa un arpón amarrando un cuchillo a uno de sus remos, y resguarda los restos del marlín, matando a cinco tiburones y ahuyentando a otros tantos. Eso no impide que otros tiburones se acerquen a probar suerte y, cuando cae la noche, apenas quedan restos del marlín. Sólo queda el esqueleto, con su larga espina dorsal, la cola y la cabeza de la presa. Santiago, frustrado y convencido de que pasa por una racha de mala suerte, grita a los tiburones sobre cómo han destruido sus sueños.
Santiago llega al puerto cansado, decepcionado y con mucha hambre. Herido, va a su pequeña casa a descansar, cargando en sus hombros un mástil de su embarcación. A la mañana siguiente, muchos pescadores y turistas se muestran emocionados al ver el tamaño del esqueleto del pez, creyendo que era un tiburón. Manolín decide visitar a Santiago y, para animarlo, le pide que pesquen de nuevo juntos, aunque eso signifique desobedecer a sus padres.
Análisis de El viejo y el mar
El viejo y el mar es una novela corta en la que hay muchas enseñanzas sobre las que reflexionar. Su protagonista, Santiago, se pasa toda la historia solo en su embarcación, dejándose llevar por sus recuerdos y enfrentando diferentes batallas, siempre con la soledad y la muerte como telón de fondo.
Santiago es un héroe incapaz de aceptar la derrota. A pesar de sus años y sus heridas, Santiago lucha por lo que es suyo, por ese pez tan enorme que ha conseguido pescar tras muchos días sin ser capaz de volver a casa con una pesca abundante. Esto lo consigue anteponiendo la lucha a la soledad; y es que Santiago es un hombre solitario, que representa cómo nos sentimos solos incluso aunque estemos rodeados de personas, y su lucha demuestra cómo a veces estamos solos ante muchas circunstancias de la vida.
Santiago se enfrenta a la soledad en algo tan individual como la muerte, que siempre lo acecha, pero él lucha para evadirla. Y es que El viejo y el mar nos enseña la importancia de la perseverancia ante de adversidad y de cómo tenemos que eliminar de nuestro diccionario la palabra «fracaso».
La tenacidad de Santiago inspira a los lectores y El viejo y el mar se convierte en una pequeña obra que nos enseña a asumir las adversidades para aprender de ellas, enfrentando cada batalla y no dejándonos vencer.
Personajes de El viejo y el mar
Personajes principales:
Santiago: protagonista de la obra, un viejo pescador flaco, desgarbado, lleno de arrugas y heridas. Lleva toda la vida siendo pescados, aunque pasa por una mala racha. Igualmente, y a pesar de su edad, es un hombre tenaz y valiente que no se detiene ante las adversidades. También es un hombre solitario que añora mucho a Manolín, un muchacho al que enseñó a pesar de niño.
Personajes secundarios:
Manolín: un joven que acompaña a Santiago desde pequeño en sus aventuras como pescador. Es muy fiel al anciano, aunque sus padres le obligan a irse en otros barcos y con otros pescadores porque Santiago tiene una mala racha en la que no pesca nada. A pesar de todo, sigue visitando a Santiago, al cual echa de menos.
El pez: el marlín que pesca Santiago. El pescador, en su soledad, habla con él en ocasiones, y lucha por llevarlo a la orilla como su trofeo antes de que se lo coman los tiburones.