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VERDADERA HISTORIA DE LOS SUCESOS DE LA CONQUISTA DE LA NUEVA ESPAÑA, POR EL CAPITÁN BERNAL DÍAZ DEL CASTILLO, UNO DE SUS CONQUISTADORES.

CAPÍTULO XXVIII. Cómo Cortés repartió los navíos y señaló capitanes para ir en ellos, y asimismo se dio la instrucción de lo que habían de hacer a los pilotos, y las señales de los faroles de noche, y otras cosas que nos avino.

Cortés, que llevaba la capitana; Pedro de Albarado y sus hermanos, un buen navío que se decía San Sebastián; Alonso Hernández Puertocarrero, otro; Francisco de Montejo, otro buen navío; Cristóbal de Olí, otro; Diego de Ordás, otro; Juan Velázquez de León, otro; Juan de Escalante, otro; Francisco de Morla, otro; otro de Escobar, el paje, y el más pequeño, como bergantín, Ginés Nortes; y en cada navío su piloto, y el pilote mayor Antón de Alaminos, y las instrucciones por donde se habían de regir e lo que habían de hacer, y de noche las señales de los faroles; y Cortés se despidió de los caciques e papas, y les encomendó aquella imagen de nuestra Señora, e a la cruz que la reverenciasen e tuviesen limpio y enramado, y verían cuánto provecho dello les venía; e dijéronle que así lo harían, e trajéronle cuatro gallinas y dos jarros de miel, y se abrazaron; y embarcados que fuimos en ciertos días del mes de marzo de 1519 años, dimos velas, e con muy buen tiempo íbamos nuestra derrota; e aquel mismo día a hora de las diez dan desde una nao grandes voces, e capean e tiran un tiro para que todos los navíos que veníamos en conserva lo oyesen; y como Cortés lo oyó e viose puso luego en el bordo de la capitana, e vido ir arribando el navío en que venía Juan de Escalante, que se volvía hacia Cozumel; e dijo Cortés a otras naos que venían allí cerca: «¿Qué es aquello, qué es aquello?» Y un soldado que se decía Zaragoza le respondió que se anegaba el navío de Escalante, que era adonde iba el cazabe. Y Cortés dijo: «Plegue a Dios no tengamos algún desmán.» Y mandó al piloto Alaminos que hiciese señas a todos los navíos que arribasen a Cozumel. Ese mismo día volvimos al puerto donde salimos, y descargamos el cazabe, y hallamos la imagen de nuestra Señora y la cruz muy limpio e puesto incienso, y dello nos alegramos; e luego vino el Cacique y papas a hablar a Cortés, y le preguntaron que a qué volvíamos; e dijo que porque hacía agua un navío, que lo quería adobar, y que les rogaba que con todas sus canoas ayudasen a los bateles a sacar el pan cazabe, y así lo hicieron; y estuvimos en adobar el navío cuatro días. Y dejemos de más hablar en ello, e diré cómo lo supo el español que estaba en poder de indios, que se decía Aguilar, y lo que más hicimos.