VERDADERA HISTORIA DE LOS SUCESOS DE LA CONQUISTA DE LA NUEVA ESPAÑA, POR EL CAPITÁN BERNAL DÍAZ DEL CASTILLO, UNO DE SUS CONQUISTADORES.
CAPÍTULO CLXXII. Cómo Cortés escribió a su majestad y le envió treinta mil pesos de oro, y como estaban entendiendo en la conversión de los naturales e reedificación de Méjico, y de como había enviado un capitán que se decía Cristobal de Olí a pacificar las provincias de Honduras con una buena armada, y se alzó con ella, y dio relación de otras cosas que habían pasado en Méjico, y en el navío que iban las cartas de Cortés envío otras cartas muy secretas el contador de su majestad, que se decía Rodrigo de Albornoz, y en ellas decían mucho mal de Cortés y de todos los que con él pasamos, y lo que su majestad sobre ello mandó que se proveyese.
Teniendo ya Cortés en sí la gobernación dela Nueva España por mandado de su majestad, parecióle sería bien hacerle sabidor cómo estaba entendiendo en la santa conversión de los naturales y la reedificación de la gran ciudad de Tenustitlán, Méjico; y también le dio relación de cómo había enviado un capitán que se decía Cristóbal de Olí a poblar unas provincias que se nombraron Honduras, y que le dio cinco navíos bien bastecidos, e gran copia de soldados y muchos caballos y tiros, y escopeteros y ballesteros, y todo género de armas, y que gastó muchos millares de pesos de oro en hacer la armada, y que el Cristóbal de Olí se le alzó con ella, y quien le aconsejó que se alzase fue un Diego Velázquez, gobernador de la isla de Cuba, que hizo compañía con él en el armada, y que si su majestad era servido, que tenía determinado de enviar con brevedad otro capitán para que le tome la misma armada o le traiga preso, o ir él en persona por ella; porque, si quedaba sin castigo, se atreverían otros capitanes a se levantar con otras armadas que por fuerza había de enviar a conquistar y poblar otras tierras que están de guerra, e a esta causa suplicaba a su majestad le diese licencia para ello; y también se envió a quejar del Diego Velázquez, no tan solamente de lo del capitán Cristóbal de Olí, sino por las conjuraciones y escándalos, y por sus cartas que enviaba dende la isla de Cuba para que le matasen a Cortés; porque, en saliendo de aquella ciudad de Méjico para ir a conquistar algunos pueblos recios, que se levantaban y hacían conjuraciones los de la parte del Diego Velázquez para le matar y levantarse con la gobernación, y que había hecho justicia de uno de los más culpados; y que este favor les daba el obispo de Burgos, que estaba por presidente de Indias, por ser muy amigo del Diego Velázquez; y escribió cómo le enviaba y servia con treinta mil pesos de oro, y que si no fuera por los bulliciosos y conjuraciones pasadas, que recogiera mucho más oro, y que con el ayuda de Dios y en la buenaventura de su real majestad, que en todos los navíos que de Méjico fuesen enviaría lo que pudiese…